martes, 27 de enero de 2009

Se acerca el final y Arce, aun sin decir todo lo que sabe, acusó hasta a los abogados de los imputados

San Luis (Pelr) 27-01-09 El polémico Roberto Jesús Arce, integrante del servicio de inteligencia de la policía de Córdoba, con actuación en San Luis, según la documentación que el mismo presentó (pero luego descalificó), ayer finalmente decidió acusar a los imputados por el homicidio de Graciela Fiochetti y Santana Alcaraz, pero no se quedó allí, sino que acusó a los abogados y particularmente a Eduardo Esley de haber sido parte de lo que él denomina "un fraude procesal" en su contra, cuando terminó encarcelado por la muerte de Diego Funes, que sostiene que no cometió. La hija de Funes, fuera del recinto, sostuvo que fue Arce el que encañonó a su madre cuando se llevaron a su padre.

En esta declaración recordó lo que le había hecho su amigo Jorge Hugo Velazquez, referido a los asesinatos de las Salinas del Bebedero ocurridos en setiembre de 1976.

Ayer, tras decir que Luis Saiz, el tercero en cuestión en la causa Diego Funes, estaba muerto, se comprometió a dar con su paradero, como lo hizo alguna vez con Velazquez, a quien dice que convenció en la década del '80 para que declarara lo que sabía sobre la muerte de Graciela Fiochetti y Santana Alcaraz.

En la intensa jornada de ayer, otro testigo, relató las torturas a las que lo sometió el entonces Capitán Plá. Jorge Alfredo Salinas dijo que en una oportunidad en que fue secuestrado por los grupos de tareas de la policía, lo llevaron a un destacamento y cuando lo estaban interrogando, llegó Plá en compañía de Becerra y le propinó "una pateadura", que incluso continuó en el suelo cuando se cayó. Fue la única vez que lo torturaron, pero no se la olvidó más. "Tuve terror, porque estaba a cara descubierta, sin venda" y aunque no lo manifestó explícitamente, para los códigos de la época, ver al torturador podía significar la muerte.

Fue también Salinas quien contó que estando detenido en la penitenciaría local, Jorge Hugo Velazquez le dijo a él y a otros detenidos que a Fiochetti y Alcaraz los había ultimado Carlos Pla de un tiro en la nuca. "Les va a pasar lo mismo que a tu amigo", dice que decía a Salinas, haciendo referencia a que los iban "a boletear". Salinas fue amigo de Santana Alcaraz y ambos compartieron tareas haciendo alfabetización de adultos, a través de un plan nacional.

Ayer también fue operado Víctor David Becerra. Le hicieron un by pass en una de sus piernas, afectadas por la falta de circulación a raíz de una complicación de la diabetes que parece. Ya casi al terminar la audiencia, su defensor, Hernán Vidal, fue quien dio la novedad. "No le amputaron la pierna, pudieron hacerle el by pass", dijo al Tribunal, a la par que pedía que se definieran algunas situaciones procesales, porque el otro defendido, Carlos Pla, quería declarar hoy.

Entre otras medidas que solicitó el abogado, fue que se pidiera al Hospital de Salud Mental local que expidiera un certificado sobre la salud de Roberto Arce, quien en un momento de la declaración dijo que estaba "chapita" producto del sufrimiento al que había sido sometido.

Dijo que quería evitar el pedido de procesamiento por falso testimonio de Arce, ya que en sus declaraciones a través del tiempo, e incluso en esta etapa del juicio, surgieron permanentes contradicciones.

Hoy se espera la declaración de profesionales de la salud, un informe sobre el estado de Becerra y lo más importante de la jornada puede estar dado por la declaración indagatoria de Carlos Plá.

Ayer, el informe que preparó este periódico, relacionado con Carlos Jesús Rodríguez, fiscal provincial durante la dictadura, tuvo repercusión en el juicio.

A Rodríguez, en su testimonio, el abogado Carlos Acevedo lo acusó de ser el autor ideológico de un atentado con bomba ocurrido en aquellos días, que habrían realizado el ya famoso trio Arce Saíz y Velazquez.

En un momento el presidente del Tribunal le pregunta a Arce ¿Usted lee Periodistas en la red? El declarante hizo una serie de consideraciones poco entendibles, que dieron a entender que no lo había leído ese día y finalmente lo llamaron al estrado, le mostraron la foto de Rodríguez, a lo que respondió, con un gesto despectivo de su mano, volviéndose a su silla, dijo que "han pasado treinta años, no sé si es Rodríguez".

Arce sostuvo que creía en la justicia, que este juicio también tenía que servir para limpiar su nombre, porque él no había participado de los hechos por el que tuvo que purgar cárcel, pero afuera, a la salida de la audiencia, la memoria implacable de Mirtha Rosales, detenida y torturada en tiempos del Proceso, que siempre lo acusó de ser "servicio", detalló causas y oportunidades en que Arce actuba con las fuerzas represoras. También la hija de Diego Funes, Susana, dio un relato de cómo se lo llevaron a su padre, que terminó fondeado en el dique Cruz de Piedra.

No puede asegurar quién lo ultimó, pero dijo que su madre lo reconoció como el hombre que la encañonó cuando a Diego se lo llevaron ese 1º de julio de 1977. "Estaban Arce, Saíz y Recalde", dijo, aparentemente Velázquez "había quedado en Sucre y Centenario", a unas cuadras de su casa.

Informe: Gustavo Senn
gustavosenn@gmail.com

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