jueves, 29 de enero de 2009

Samper dijo que Pereyra González le contó que presenció la tortura de Fiochetti

San Luis (Pelr) 29-01-09. El abogado José Samper dijo ayer ante el tribunal que juzga a policías y militares por delitos de lesa humanidad que Martín Pereyra Gonzales, que en 1976 era Secretario del Juzgado Federal de San Luis y hoy integra una de las cámaras federales que funcionan en Mendoza presenció las torturas a la chica de La Toma que luego fue asesinada en las Salinas del Bebedero.

El letrado contó que "en la tarde del día que se hizo el operativo en La Toma", el 21 de setiembre de 1976, "me fueron a buscar para que hiciera de defensor (de uno de los detenidos). Un chofer que yo tenía me vino a buscar. Yo estaba en Buenos Aires, cuando volví mi mujer me contó. Como yo tenía relación con el juez (Federal Eduardo) Allende y el secretario (Martín) Pereyra González" se reunió con este último, quien le dice "muy dolorido que había visto 'un espectáculo que nunca quisiera ver mas', las torturas a Graciela Fiochetti, 'aquí al lado' ", haciendo referencia a la Jefatura Central de Policía que se encontraba en ese entoces al lado del Juzgado Federal y que allí estaba "el comisario Becerra". "Menos mal que la van a dejar en libertad", habría dicho el Secretario; a lo que Samper, según el testimonio brindado en la víspera, le habría respondido que tenía dos opciones, "o hacés el informe según el Código y si no renunciá al cargo". Ninguna de las dos cosas sucedieron.

Después, a los detalles del asesinato del hombre y la mujer en las Salinas los supo "por la prensa y la gente", pero agregó que en aquella época "un enfermero de apellido Quevedo me dijo que cuando la mataron la hicieron arrodillar" a Graciela Fiochetti, hecho que coincide con el testimonio de otro repesor que denunció el suceso, pero que ya ha fallecido, al igual que el trabajador de la salud que fue citado en el testimonio del abogado que en esta jornada declaró ante el Tribunal Oral.

Agregó Samper que Quevedo "era de las Salinas" y le había relatado que los asesinos habían llegado en dos autos, que "fueron detrás de las parvas" de sal que se encuentran en las Salinas del Bebedero y que uno de sus ocupantes "seguro era (el comisario Víctor David) Becerra", hoy imputado en la causa.

En relación a la desaparición de "Sandro" Santana Alcaraz, otro de las víctimas de la represión que todavía se encuentra desaparecido, Samper dijo que él había "presentado el Hábeas Corpus", y que en esa época "iba mucha gente por lo que pasaba", pero que no había podido hacer mucho más, "solo hacer lobby, ya que mucho más no se podía".
El caso Suárez

Julio Everto Suárez era ministro de Elía Adre antes del golpe militar. Ayer Samper contó que sirvió de nexo entre el entonces juez Allende y el ex ministro, que terminó de manera fructífera.

Allende le encomendó una intermediación con Suárez, que se encontraba detenido, para que devolviera dos ametralladoras que se habría llevado del ministerio, con la promesa de que así lo dejaría salir del país.

Recordó que habló con Suárez y que este le indicó que fuese a hablar con Morel (también ex funcionario). Morel le dijo que "no sabía nada", pero "a las dos semanas llegan al Juzgado Federal las dos ametralladoras con el número correspondiente" que coincidía con el de las buscadas.

"Me llamó el juez, me dijo que me agradecía; 'usted cumplió con su palabra, mañana Suárez se va' ". Suárez se exilia en México, pero luego regresa al país y lo matan simulando un accidente.
"No torturés por esas pavadas"

El abogado relató también ante el Tribunal Oral que en una oportunidad que había ido como defensor de un quinielero que estaba detenido, el mayor Franco (jefe de Policía) le dijo al ahora imputado Carlos Pla (subjefe) que no torturara "por esas pavadas", haciendo referencia a la infracción que había cometido el hombre que levantaba quiniela presuntamente clandestina.
La difícil situación de Pereyra González

Pereyra González prestó testimonio en el marco de la causa, pero si bien algunos testigos que anteriormente habían declarado ante el Tribunal habían afirmado que habían puesto en conocimiento del Secretario y del Juez Allende los apremios recibidos y nunca se había generado ninguna causa por el tema, no se le realizó ninguna pregunta sobre el particular, debido al principio consitucional que nadie puede hacer declaraciones que lo puedan autoincriminar.

Los defensores de los imputados pidieron que se hiciera un careo entre el juez de Cámara y el abogado Samper, pero el Tribunal no hizo lugar a la solicitud, justamente invocando el mismo principio.

No se descarta que luego de conocida la sentencia contra los acusados en esta causa, pueda abrirse otra instancia donde el juez termine imputado, debido a que existe jurisprudencia sobre los hechos conexos a delitos de lesa humanidad, que pueden ser declarados imprescriptibles.

Otro fantasma que sobrevuela sobre la cabeza del camarista es que por estos hechos le pidan un juicio político para destituirlo, ya que tiene otros antecedentes más recientes que se sumarían a estos incumplimientos con la ley.

En el juicio que se lleva adelante en San Luis desde el 20 de octubre último, se investiga el asesinato de Graciela Fiochetti, la desaparición de Santana Alcaraz y Pedro Ledesma y las torturas recibidas por Víctor Fernández, sobrevivientes de las detenciones del 21 de setiembre de 1976. Están sentados en el banquillo de los acusados los coroneles Carlos Esteban Pla, Miguel Ángel Fernández Gez y los policías Juan Carlos Pérez, Víctor David Becerra y Luis Orozco.

Las sesiones continuarán el próximo miércoles 2 de febrero.

Informe: Gustavo Senn
gustavosenn@gmail.com

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